El teatro de los mangos bajitos
Priorizar el proceso sobre el producto impide la innovación real. Los cambios pequeños en procesos internos (mangos bajitos) se prefieren a cambios grandes o cosas nuevas desde y para el mercado.
Hace poco estuve conversando con el profesor de economía suizo Mathias Binswanger, autor de múltiples artículos, del bestseller Las caminadoras de la felicidad y del libro Dinero por Nada. Este académico enfoca su investigación en los mercados y su relación con el ingreso y la felicidad en el Instituto de Competitividad de la Universidad de Ciencias Aplicadas del Noroeste de Suiza
Mathias señalaba que últimamente las empresas suizas estaban apostando por innovaciones con resultados más inmediatos a costa de innovaciones que toman más tiempo pero mayor potencial de impacto. De la conversación entendí que en el país más innovador del mundo también se da el mismo fenómeno que he visto hace tiempo en algunas organizaciones colombianas. Aquí le llaman “agarrar primero los mangos bajitos”. La canción del mismo nombre dice lo mismo que este blog pero con mucho más ritmo.
Este fenómeno puede definirse como la preferencia de los directivos a realizar cambios pequeños en procesos internos (para agarrar mangos bajitos) antes qué cambios grandes o nuevos productos y servicios desde y para el mercado. Cuando una organización crece, comienza a priorizar el proceso sobre el producto impidiendo así la innovación real. Es como si el unicornio se durmiera en los laureles (o en el dinero para el caso).
De hecho el gurú de la innovación, Steve Blank corrobora el fenómeno al mencionar tres tipos de "teatros" en las organizaciones así:
Contratar consultores de innovación. Generalmente conllevan a la creación de organizaciones matriciales que multiplican los jefes y mantienen a todos ocupados creando el Teatro organizacional.
Adoptar nuevas actividades. Esto incluye los talleres de innovación, las clases de pensamiento de diseño (design thinking) y las hackatones. Estas crean y forman cultura pero raramente entregan un producto entregable al mercado resultando en el Teatro de la innovación.
Tomar acción para reformar sus comportamientos burocráticos. Las empresas se dan cuenta que sus procesos están optimizados para la ejecución pero son obstáculos para la innovación. Tratar de reformarlos sin estrategia general resulta en el Teatro del proceso.
El énfasis excesivo en el proceso de innovación a costa de pensar en el producto, puede llevar a cambios cosméticos con bajo impacto en el mercado pues, como dicen los budistas, la balsa no es la orilla. De hecho, el Índice Global de Innovación parece darle la razón a Blank si comparamos a Colombia con Suiza ( guardando las proporciones). En resumen, si lo medimos en obras de teatro diré que por cada obra colombiana hay 3 obras suizas con el doble de actores, utilería y escenarios. (ver gráfico y tabla)
Finalmente, le mando un cordial saludo a Mathias desde otro teatro de mangos bajitos. Ojalá que a futuro podamos colaborar en obras basadas en cebras reales y no en unicornios ficticios.
Consultor Financiero
Twitter: @wzuluagam